En busca de la piscina más profunda del mundo no es el título de una película ni nada parecido, es el reto en el que parece que muchos se afanan en los últimos años; contruir la piscina más profunda que haya existido…
Pero no lo dejemos en un mero ejercicio de ego o de protagonismo. Este tipo de piscinas tienen un enfoque bastante claro, ya que se dirigen a personas que quieran disfrutar de la práctica del buceo (ya sea a nivel principiante o profesional.
Pero además, cada vez resulta más habitual su uso desde un punto de vista científico, por ejemplo para prácticas de simulación de ingravidez, como si estuviéramos en el espacio. O por ejemplo, realizar múltiples estudios del cuerpo humano sometido a diferentes condiciones ambientales, presiones, profundidad, etc…
¿Qué ocurre? Que en los últimos años todo esto evoluciona rápidamente y ya tenemos en mente algunas “La piscina más profunda del mundo”.
Todo comienza con NEMO 33, piscina situada en Bruselas (Bélgica)que en los primeros años del siglo XXI (2004), se convirtió en la piscina más profunda hasta la fecha, con 33 metros de profundidad máxima.
Posteriormente, en el 2014 se inauguró Y-40 The Deep Joy, piscina con 42 metros de profundidad localizada en las instalaciones de un hotel en Montegrotto Terme (Italia).
En otoño de este 2019, está prevista la inauguración de Deep Spot, piscina ubicada en Msxczonov, un pueblo cercano a Varsovia (Polonia), que se convertirá en la piscina más profunda del mundo, con 45 metros de profundidad máxima.
Pero probablemente este récord será suyo únicamente durante unos meses ya que de cara a 2020 está prevista la inauguración de Blue Abyss, en Colchester (Reino Unido), que se convertiría en la nueva piscina más profunda del mundo, con 50 metros de máximo.
¿Quién da más? Todo sea por la diversión, los records…y por la ciencia.